Voy a aprovechar este momento de tranquilidad y este espacio
en el que me puedo expresar libremente, para desatarme las correaras y suprimir
la censura. Dejar atrás los velos de seda y las metáforas poéticas para
escribirte y que me leas porque si no estás muy ocupado, me gustaría decirte
que…
…me encantas chico.
Y como me lo he guardado para mí mismo, no sé qué pensaras,
ni si yo te gustare la suficiente o si te gusto o no. Si eres sincero o si alguna vez se me ha
notado y ya lo veías venir… Tampoco sé si estarás subido al coche de otro o si estarás
a medio camino o atropellado y no sabes dónde ir. No sé si esteras perdido. No sé
qué opinaras de mí, si te gustan mis ojos y el color de mi pelo o si te
encantan mis codos o la silueta de mis piernas. No sé si te agrada mi voz, si
se te nota en la respiración al oír mi nombre. No sé si te resulto interesante
o al menos curioso o si de verdad me sientes cómodo o si esto durara, o durara
para siempre o no hay ningún esto.
Pero, si tienes algo de tiempo para desperdiciar, podríamos ir
a explorar un rato y averiguar dónde arde lo que arde, surfear montañas, bucear
en el cielo y pintar nuestro atardecer desde tu ventana.
Y no sé cuándo, cómo ni por qué me comprare unas zapatillas
nuevas, me peinare e iré si me dices ven para leerte y acariciarte y besarte y
pasearte y abrazarte y tenerte y quemarte porque me encantas chico, si no estás
muy ocupado.
Santiago García.
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